
Fotos por: Andrés Castro
Mirando para arriba o mirando para abajo nos olvidamos de nuestro pequeño paraíso. Vista desde el cielo, la Sucursal del Cielo nos puede mostrar más perspectivas para empezar a apreciarla mejor.
Edificios de todas las épocas, árboles frondosos e imponentes, palmeras mecidas por el viento y un río que la atraviesa dan esa impresión de que vivimos en un sueño mal llevado por sus embajadores: Nosotros.
Es nuestro cuidado y nuestra responsabilidad no perder franquicia tan decorosa, si es que ya no somos sucursal de otra índole. Apreciemos un poco la siguiente mirada que nos dan estas fotografías y veamos que realmente vivimos en la Sucursal del Cielo y que tan sólo nos falta un poco de civismo y algo más para habitar una Cali de la que posiblemente el Cielo quiera ser su sucursal. (Ir a Galería)
Mirando para arriba o mirando para abajo nos olvidamos de nuestro pequeño paraíso. Vista desde el cielo, la Sucursal del Cielo nos puede mostrar más perspectivas para empezar a apreciarla mejor.
Edificios de todas las épocas, árboles frondosos e imponentes, palmeras mecidas por el viento y un río que la atraviesa dan esa impresión de que vivimos en un sueño mal llevado por sus embajadores: Nosotros.
Es nuestro cuidado y nuestra responsabilidad no perder franquicia tan decorosa, si es que ya no somos sucursal de otra índole. Apreciemos un poco la siguiente mirada que nos dan estas fotografías y veamos que realmente vivimos en la Sucursal del Cielo y que tan sólo nos falta un poco de civismo y algo más para habitar una Cali de la que posiblemente el Cielo quiera ser su sucursal. (Ir a Galería)
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